“Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.”
Mateo 19:4-6
Mateo 19:4-6
Uno +Uno =Uno. No es una operación matemática errónea. Es la fórmula del éxito que nos da Dios. El hombre y la mujer que se unen en matrimonio ya no son dos, son uno. Y contrariamente a lo que la gente pueda decir, la unidad no produce falta de realización personal sino que la potencia.
Las diferencias enriquecen y hacen que las debilidades de uno sean cubiertas por el otro y viceversa. Ser diferentes es una ventaja y no un problema en la unidad familiar. Es más, lo que hoy le puede estar molestando de su cónyuge puede ser lo que al principio, cuando lo conoció, lo atrajo, justamente porque era diferente a usted.
No permita que el diablo use esas diferencias para romper el vínculo que los une. Esas diferencias las puso Dios para hacernos más fuertes. Aprovéchelas para hacer de su hogar un hogar equilibrado, fuerte, estable. No se enoje con el otro, recuerde que son uno, y si no se ponen de acuerdo no podrán avanzar, pero si lo hacen, su avance será como el de un torbellino. Nada podrá impedir que ustedes como_familia,_logren_el_sueño_de_Dios._Hay poder en la unidad.
¿Tiene en su vida a personas que son diferentes a usted? Agradézcale a Dios por eso y pídale que le enseñe a utilizar el potencial que hay en la unidad de esas diferencias.
Oración: Padre, nos has hecho diferentes con un propósito, ayúdanos a fluir en armonía y así poder multiplicar nuestras fuerzas. Gracias, porque hay poder en la unidad y Tú estás en medio de ello. En el nombre de Jesús. Amén.
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