Comience declarando: “Dios me ha dado talentos en abundancia y seré fiel para multiplicarlos.”
Miremos juntos este ejemplo que nos enseña la Palabra de Dios:
La parábola habla que el señor:
1- Les dio talentos a sus siervos conforme a su capacidad. Nadie puede decir que no tiene nada. A todos les fue dado.
2- Cada uno tenía la habilidad, que es el poder para desempeñar algo. Usted tiene la habilidad de Dios para suplir necesidades. La abundancia de lo que Dios le da desbordará para que sea de bendición para otras personas. Cada siervo tenía habilidad para proceder con lo que le había sido dado. Podían multiplicarlo.
3- Cada uno tomó una Actitud: Eso es lo que tengo que tener. Dice la parábola que negociaron con los talentos. Tiene que actuar en la atmósfera de fe con una actitud de negociar. Tiene que tener una actitud que saldrá prosperado y con cosecha de cada circunstancia. Dios le ha dado sabiduría para que la use. La actitud es lo que determina lo alto que va a ir con su mente, cuánto va a progresar en su trabajo, en su negocio, y lo tiene que hacer sabiendo que van a aparecer adversidades, problemas, y debe administrar con actitud lo que Dios le ha dado. Cada siervo tomó una actitud, dos tomaron la correcta. El tercero la equivocada.
4- El señor buscaba buena “Administración”: El que tenía más se esforzó, tuvo la actitud de un buen administrador y le fue añadido más. Todo lo que usted tiene vino de Dios y lo tiene que saber administrar. Cuanto más desarrolle su capacidad de recibir mejor administrará. Uno de los siervos no supo administrar bien lo que se le había entregado, lo escondió por temor y le fue quitado. El temor no lo dejó avanzar.
Cuando volvió el dueño de los talentos preguntó a cada siervo qué había sido de ellos. Sólo a dos pudo responder: “Bien, buen siervo fiel, sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré.”Forme parte de ese tipo de gente. Haga que Su Señor, Su Dios pueda bendecirlo y darle más de lo que ya le ha dado. Pero recuerde que es muy importante la actitud que tenga con lo que llega a sus manos. Sea un buen administrador. Usted tiene esa habilidad dentro. Desarróllela.
Oración: Padre, soy un privilegiado porque me estás formando con una capacidad de recibir y de administrar algo que pondrás en mis manos. Comenzaré siendo fiel en lo poco. Creo a Tu Palabra y me alineo para recibir en abundancia de los tesoros del cielo. En el nombre de Jesús, amén.